Translate

sábado, 22 de junio de 2013


La pertinencia 

Responder el interrogante sobre frente a qué la educación debe ser pertinente, exige
en primer lugar comprender qué se significa con los términos pertinencia y pertinente.
Para el DRAE, el sustantivo pertinencia es la “cualidad de pertinente”. Y el adjetivo
pertinente tiene tres acepciones muy relacionadas: 1. Perteneciente o correspondiente
a algo (Un teatro con su pertinente escenario), 2. Que viene a propósito (Ese
argumento sobra y no es aquí pertinente), y 3. Conducente o concerniente al pleito.
Por otra parte, los sinónimos de pertinente son: oportuno, acertado, adecuado, apto,
eficaz, conveniente, correspondiente, apropiado, debido y congruente.
De lo anterior podemos asumir que el significado de pertinente para lo que nos ocupa
–pertinencia de la educación- corresponde más a la segunda acepción, esto es: a “que
viene a propósito”, o en otras palabras que guarda relación de afinidad y eficacia con
algo, y por lo tanto que sus sinónimos son acertado, adecuado, eficaz, conveniente,
correspondiente, apropiado, debido y congruente.
PNDE 2006-2016: ámbitos de pertinencia
En términos generales podemos decir que la educación es pertinente cuando guarda
congruencia (Es decir, conveniencia, coherencia y relación lógica) con las condiciones
y necesidades sociales, con las normas que regulan la convivencia social y con las
características concretas de los educandos en sus diversos entornos naturales y
sociales de interacción. Pero, específicamente, cabe que nos preguntemos:
¿Concretamente con cuáles ámbitos debe ser pertinente la educación y en
consecuencia las acciones educativas?
Desde una relectura del PNDE 2006-2016, la respuesta que proponemos, la cual no
tiene pretensiones excluyentes ni totalmente abarcantes, asume que la pertinencia
debe darse, al menos, en los siguientes ámbitos: 1. Con la Constitución y la Ley
(Ámbito normativo), 2. Con el desarrollo económico, social y humano (Ámbito de la
visión de país), 3. Con las exigencias de un mundo globalizado (Ámbito global), 4. Con
los entornos cultural, social y geográfico (Ámbito contextual), 5. Con la necesidad de
convivir en paz y democracia (Ámbito político), y 6. Con las características diversas de
los educandos (Ámbito pedagógico y didáctico).

1. Ámbito Normativo: Pertinencia con los mandatos constitucionales y legales,
el derecho a la educación
La Corte Constitucional ha calificado el derecho a la educación como un derecho de
carácter fundamental. Y en la Constitución la educación ha sido consagrada en una
doble dimensión: como un derecho de la persona y como un servicio público que tiene
una función social. El núcleo básico de este derecho se extiende a cinco campos
estrechamente relacionados: la disponibilidad, el acceso, la permanencia, la calidad y
la libertad.
El Derecho de Disponibilidad se refiere a que todo menor de edad tiene el derecho
fundamental a la existencia de un sistema educativo público que garantice la planta de
docentes mínima para atender las necesidades del servicio y las escuelas suficientes,
en el ámbito nacional para los niveles de enseñanza básica (hasta el noveno grado).
El Derecho de Acceso consiste en que todo menor de edad tiene el derecho
fundamental de acceder a la educación pública básica obligatoria gratuita. Por su
parte, el Derecho a la Permanencia determina que todo menor de edad tiene el
derecho fundamental a permanecer en la educación básica pública gratuita, y en
ningún caso puede ser excluido. El Derecho de Calidad guarda relación con el
derecho del estudiante a alcanzar los objetivos y fines consagrados constitucional y
legalmente, independiente de sus condiciones socioeconómicas o culturales, y a
desplegar las capacidades necesarias para alcanzar su desarrollo humano. Y el
Derecho de Libertad se sitúa principalmente, en la autonomía universitaria, la libertad
de enseñanza, la libertad de investigación, la libertad de cátedra, la libertad de
expresión y opinión, la libertad de elección de los padres acerca de la educación que
ha de impartirse a sus hijos y el derecho de participación de los estudiantes en las
decisiones que los afectan, la libertad religiosa en los establecimientos educativos y la
libertad sexual (Defensoría del Pueblo, El derecho a la educación, Bogotá, 2003).
Tenemos entonces un primer ámbito en el que a la educación (Mejor sería decir al
Sistema Educativo) se le reclama pertinencia: en garantizar el derecho fundamental a
la educación, desplegado en los cinco campos que lo materializan.
Por otra parte, el artículo 72 de la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994):
establece que “El Ministerio de Educación Nacional, en coordinación con las entidades
territoriales, preparará por lo menos cada diez (10) años el Plan Nacional de
Desarrollo Educativo que incluirá las acciones correspondientes para dar cumplimiento
a los mandatos constitucionales y legales sobre la prestación del servicio educativo”.
Por deducción simple se desprende, entonces, que el Plan Nacional Decenal de
Educación –para nuestro caso el PNDE 2006-2016- debe ser pertinente para dar
cumplimiento a la prestación del servicio educativo desde los mandatos
constitucionales y legales.
En este sentido, en el acápite sobre su Alcance, el Plan fue definido como “un pacto
social por el derecho a la educación”. Cinco temas del PNDE se relacionan de manera
especial y directa con esta pertinencia: el No. 1. Fines y calidad de la educación en el
siglo XXI, el No. 5. Más y mejor inversión en educación, el No. 6. Desarrollo infantil y
educación inicial, el No. 7. Equidad: acceso, permanencia y calidad, y el No. 9.
Desarrollo profesional, dignificación y formación de docentes y directivos docentes.

2. Ámbito de la visión de país: Pertinencia con el desarrollo económico, social y
humano sostenible
Como pacto social por el derecho a la educación, el PNDE 2006-2016 estableció una
visión que orienta los lineamientos de acción para el Sistema Educativo colombiano, la
cual dice que: “En Colombia, en 2016, dentro del marco del Estado social y
democrático de derecho y de su reconocimiento constitucional como un país
multicultural, pluriétnico, diverso y biodiverso, la educación es un derecho cumplido
para toda la población y un bien público de calidad, garantizado en condiciones de
equidad e inclusión social por el Estado, con la participación co-responsable de la
sociedad y la familia en el sistema educativo. La educación es un proceso de
formación integral, pertinente y articulado con los contextos local, regional, nacional e
internacional que desde la cultura, los saberes, la investigación, la ciencia, la
tecnología y la producción, contribuye al justo desarrollo humano, sostenible y
solidario, con el fin de mejorar la calidad de vida de los colombianos, y alcanzar la paz,
la reconciliación y la superación de la pobreza y la exclusión.”
Como puede observarse, EL PNDE es explícito en que el proceso educativo (La
educación) debe ser pertinente para que contribuya efectivamente a la realización del
anhelo nacional de conseguir el “justo desarrollo humano, sostenible y solidario” y “la
superación de la pobreza y la exclusión”.
Para lograr este desarrollo, el Plan señala que la educación debe contribuir
eficazmente a la formación de un competente e innovador talento (capital) humano.
Esto puede entenderse en el sentido de que los colombianos desarrollemos sólidas
competencias laborales centradas en el conocimiento, así como que logremos
desplegar nuestras potencialidades y habilidades para que se viabilice la creación de
riqueza mediante la utilización eficiente de los otros factores generadores de valor (El
capital natural, el capital tecnológico y el capital financiero), a través del
aprovechamiento creativo de las ventajas comparativas del entorno natural y cultural
de nuestro país y, en consecuencia, la participación en los mercados con ofertas de
servicios y productos innovadores que den respuestas inéditas a las necesidades
humanas que pretenden satisfacer.
No obstante, también es indispensable que la educación sea pertinente con la
generación de inteligencia (capital) social, entendido este capital, según Kliksberg y
Putnam, como la formación de competencias que nos permitan establecer las
interacciones sociales sobre la base de un clima de confianza en las relaciones
interpersonales (En qué medida las personas confían unas en otras), en la expansión
de la asociatividad (La capacidad para construir formas de cooperación desde los
niveles elementales del vecindario hasta las concertaciones de orden nacional), en
potenciar nuestra conciencia cívica (Actitud de protección y cuidado de lo Público y de
lo que es de interés colectivo), y con unos valores éticos que permitan la emergencia
de la confianza (Respeto, pluralismo, solidaridad, participación, honradez,
transparencia, servicio y responsabilidad, entre otros). Según Douglass North, los
países que han alcanzado los mayores niveles de desarrollo humano son al mismo
tiempo los que mayor capital social poseen.
La inteligencia (capital) social se construye, además, cuando en la sociedad logra
implantarse una ética del cuidado, lo que significa entretejer una relación respetuosa
con cada ser de la naturaleza, por cuanto cuidar significa implicarse con las personas
y con los ecosistemas desde una actitud protectora y de preocupación por su presente
y su futuro.
En los siguientes temas del PNDE se pueden encontrar lineamientos acerca de la
pertinencia en el ámbito analizado: No. 2. Educación en y para la paz, la convivencia y
la ciudadanía, 4. Ciencia y tecnología integradas a la educación, No. 6. Desarrollo
infantil y educación inicial, No. 9. Desarrollo profesional, dignificación y formación de
docentes y directivos docentes, y No. 10. Otros actores en y más allá del sector
educativo.

3. Ámbito Global: Pertinencia a las exigencias de un mundo globalizado
Indudablemente la sociedad del siglo XXI se encuentra inmersa en un proceso de
planetarización de las economías y las culturas merced a los gigantescos avances
tecnológicos de los medios de transporte y de comunicación, así como de los sistemas
de información. Hoy el desarrollo de cualquier país pasa necesariamente por su
inserción adecuada en el mundo globalizado, para lo cual es indispensable la
formación de sólidas competencias comunicativas coherentes con los nuevos entornos
mundiales, lo cual implica el manejo de una segunda lengua y el fortalecimiento de las
capacidades para comprender, producir y utilizar grafías, imágenes y simbologías
tanto en los espacios presenciales como en los virtuales y en la utilización de redes de
información.
Los temas que más relación guardan en el PNDE respecto a la pertinencia en este
ámbito son: No. 3. Renovación pedagógica desde y uso de las TIC en la educación y
No. 4. Ciencia y tecnología integradas a la educación.

4. Ámbito contextual: Pertinencia con los entornos cultural, social y geográfico
La educación requiere ser pertinente, también, a los entornos inmediatos en donde las
personas viven su cotidianidad. Esta pertinencia se refiere a la adecuación de los
procesos, contenidos y fines educativos a las condiciones concretas de las
comunidades que son sujeto de las acciones educativas, de modo que no se les
apliquen raseros universales con pretensiones de homogeneizar, sino que los
proyectos formativos sean correspondientes a las características culturales, sociales y
geográficas propias de su contexto.
Se habla aquí de la necesidad de que los agentes educativos reconozcan, valoren y
sean respetuosos de los intereses, tradiciones y cosmovisiones de las comunidades
que posean especificidades de orden social, cultural y/o étnico, formas propias de
organización social, métodos ancestrales de producción, lenguajes, maneras
particulares de relacionarse con los ecosistemas, etc., de modo que los proyectos
educativos que construyan y ejecuten contemplen siempre una metodología
participativa y sean congruentes y apropiados a estas comunidades.
Para obtener lineamientos del PNDE sobre la pertinencia en este ámbito se pueden
consultar los temas No. 2. Educación en y para la paz, la convivencia y la ciudadanía,
No. 4. Ciencia y tecnología integradas a la educación, No. 7. Equidad, acceso,
permanencia y calidad, y No. 10. Otros actores en y más allá del sector educativo.

5. Ámbito político: Pertinencia con la necesidad de convivir en paz, armonía y
democracia
A pesar de los maravillosos desarrollos científicos y tecnológicos que la humanidad ha
alcanzado en las comunicaciones, los medios de transporte, la capacidad de
transformación de la naturaleza, la medicina, el conocimiento del entorno natural y
social, etc., lo cierto es que el aprendizaje fundamental de convivir en armonía entre
nosotros mismos y con la naturaleza es todavía un objetivo de lejano alcance. En
nuestro país ello es más evidente, tal como puede constatarse al observar nuestra
historia lejana y presente plagada de violencia, así como al identificar diversos
componentes de nuestra idiosincracia, tales como el afán desmedido de lucro
individual (Corrupción en empresas públicas y privadas; legitimación social de
actividades ilícitas y criminales, entre otros), y la fuerte tendencia a utilizar atajos
(Trampas) para obtener ventaja sobre los otros mediante mecanismos que violan las
reglas. Es lo que hace que nuestra sociedad esté constituida sobre la desconfianza.
En este orden, la educación está llamada a desempeñar un papel clave en la
transformación cultural que haga posible un convivir social en paz y en armonía, sobre
la base de la generación de un modo de vida democrático. Este es uno de los desafíos
más grandes que tiene la educación en Colombia.
La educación debe ser pertinente para construir un nuevo cemento social, distinto al
de la fuerza y el miedo. La confianza puede ser entendida como la disposición para
relacionarnos con los otros y/o con el mundo en términos de mayor certidumbre acerca
de lo que sucederá, como resultado de los juicios que hacemos sobre nosotros
mismos y sobre los demás, tales como los juicios de veracidad, de competencia, de
transparencia, de honradez, de inclusión, de imparcialidad y de cumplimiento, entre
otros.
Ello es necesario por cuanto la confianza es la piedra angular sobre la que se erige la
democracia. Recordemos que la democracia moderna es un sistema de convivencia
social que reconoce y acepta la pluralidad de intereses así como las distintas formas
de ser y de pensar de cada persona, al tiempo que promueve el desarrollo social y
humano en un ambiente de solución pacífica de los conflictos, en el marco de la
garantía de los derechos humanos y del cumplimiento de deberes sociales de
corresponsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la sociedad.
Ahora bien, la confianza social y la democracia no se pueden enseñar como
asignatura mediante el diseño de currículos. La democracia se aprende en el convivir
democrático, lo cual pone de presente el carácter perentorio de que las instituciones
educativas de todos los niveles construyan internamente interacciones democráticas
entre todos los miembros de la comunidad educativa, con el objeto de que todos se
formen y aprendan los valores democráticos (Respeto, participación, pluralismo,
colaboración, transparencia) en su misma práctica. En otras palabras, la educación
debe ser pertinente con la generación de culturas institucionales democráticas que
permitan vivir a los educandos en el aquí y el ahora aquellos valores, prácticas e
interacciones sociales en las que los queremos formar. Se rompería así esa gran
contradicción que tenemos en el sistema educativo acerca de la formación de
competencias ciudadanas: entregamos información a los educandos para que la
apliquen en diferido, es decir, para que cuando lleguen a adultos sean buenos
ciudadanos.
Lineamientos sobre la pertinencia en este ámbito se pueden encontrar en los
siguientes temas del PNDE: No. 2. Educación en y para la paz, la convivencia y la
ciudadanía, No. 9. Formación, desarrollo profesional y dignificación de los docentes y
los directivos docentes, y No. 10. Otros actores en y más allá del sector educativo.

6. Ámbito pedagógico y didáctico: Pertinencia con las características diversas
de los educandos
Finalmente, la educación debe guardar pertinencia con las características diversas de
los educandos, en cuanto a la utilización de enfoques pedagógicos y dispositivos
didácticos que sean apropiados y eficaces a sus especificidades y que, incluso,
puedan aprovechar estas características para enriquecer y potenciar el aprendizaje.
Nos referimos a construir ambientes de aprendizaje pertinentes para colectividades
como etnias, afrocolombianos, personas con necesidades educativas especiales,
poblaciones con particularidades culturales, etc. que les permitan acceder al
conocimiento, fortalecer su autoestima y plantearse proyectos de vida personal y
colectivos conducentes al despliegue y realización de sus capacidades y
potencialidades.
En los siguientes temas del PNDE se podrán consultar lineamientos para la
pertinencia en el presente ámbito: No 2. Educación en y para la paz, la convivencia y
la ciudadanía, No. 4. Ciencia y tecnología integradas a la educación, No. 7. Equidad,
acceso, permanencia y calidad, No. 9. Formación, desarrollo profesional y dignificación
de los docentes y los directivos docentes, y No. 10. Otros actores en y más allá del
sector educativo.
Estructura y riqueza de contenidos del PNDE 2006-2016
Los lineamientos del PNDE 2006-2016 se estructuraron en diez temas articuladores, y
cada uno de estos en macro objetivos, objetivos, macro metas, metas y acciones. Sus
postulados evidencian un claro enfoque de la educación para que contribuya
pertinentemente (con eficacia y correspondencia) a la formación de los colombianos
hacia el logro de la visión de país que el mismo Plan propone (ver numeral 2 del
presente artículo), así como buscar una educación pertinente en los demás ámbitos
aquí enunciados.
Los agentes educativos interesados pueden consultar los contenidos del PNDE en los
diez temas que lo integran, de acuerdo con la estructura que se observa en el
siguiente cuadro:


0 comentarios:

Publicar un comentario